Login via

La Guerra de una Madre Traicionada novel Chapter 266

Capítulo 266

Él quería que André dejara a Sabrina, convirtiéndola en una mujer abandonada que nadie quisiera. No quería ver que Sabrina dejara a André y aún así viviera una vida espléndida. Fabián odiaba a Sabrina con todo su ser; solo si ella estaba sumida en la desgracia, él encontraría satisfacción. Antes soñaba con ese divorcio únicamente para contemplar el rostro de Sabrina bañado en lágrimas desesperadas, pero ahora que ella misma lo solicitaba, su victoria se tornaba amarga e insuficiente.

-André, ¿no te has dado cuenta de que Sabrina cambió mucho? Antes ni siquiera se atrevía a alzar la voz, ¡y ahora te pide el divorcio como si nada!

-Seguro ya encontró a alguien más, por eso tiene tanta prisa en divorciarse.

-Últimamente anda muy cerca de ese tal Gabriel, el papá de Romeo. Hasta cuida a su hijoquién sabe si ya tienen algo entre ellos.

-Y ese compañero suyoAraceli los vio cenando juntos una vez, ¡tal vez también hay algo ahí! -Esta mujer traicionera, pidiendo diez mil millones a André para mantener a otro hombre, ¡ni loco deberías permitirlo!

Fabián se giró hacia André con indignación desbordándole por las venas.

-André, casarse es facilísimo, pero divorciarse es otro cuento. ¡No se lo pongas tan fácil a Sabrina! Si no quieres el divorcio, podemos hacerle la vida imposible.

-Aunque vaya al juzgado, si no la hacemos esperar unos dos o tres años, no consigue divorciarse.

-Durante ese tiempo, podemos transferir legalmente todos los bienes matrimoniales para que no reciba ni un peso.

-¿Por qué crees que está tan decidida ahora? ¡Porque piensa sacar dinero!

-No solo no le daremos nada, también podemos pedirle al juez que ella nos pague a nosotros.

Fabián se había rodeado siempre de amistades cuestionables y había presenciado incontables dramas matrimoniales en su disolución. Los divorcios entre familias adineradas invariablemente terminaban en tribunales debido a la división patrimonial. Salir del matrimonio con las manos vacías era prácticamente inconcebible. Cuanto más se acercaban al punto de ruptura, más evidente resultaba la ausencia de amor entre la pareja. Y mientras menos afecto quedaba, mayor era el deseo de impedir cualquier beneficio para el otro. Muchas parejas terminaban como adversarios encarnizados, arrastrando rencores que persistían años después de la separación legal. Fabián había escuchado historias escandalosas sobre estas

situaciones.

En su círculo social, antes de separarse, muchos ya habían encontrado métodos poco éticos para transferir bienes. Los más desvergonzados incluso llegaban a apropiarse del patrimonio de la esposa. Cuando se trataba de dar consejos perniciosos, Fabián se jactaba de ser

16-22

insuperable.

-Con la custodia de Thiago de nuestro lado, podemos exigirle a Sabrina una pensión alimenticia. Con el nivel de gastos que tiene Thiago, podemos pedirle un millón al mes, ¡verás cómo se vuelve loca!

-¡Jajaja! Al final, seguro vendrá llorando a pedirte perdón.

Este plan era tan despreciable que Jorge no pudo evitar fruncir el ceño con evidente desagrado. -Fabián, al menos Sabrina y André fueron pareja, y tienen un hijo juntos. No hay necesidad de llevar las cosas a ese extremo y volverse enemigos.

Fabián desestimó el comentario con arrogante desdén.

-No es ser extremista, es hacer que Sabrina enfrente la realidad. ¿No ha estado insistiendo en divorciarse de André? Al mostrarle lo cruel que puede ser el mundo, volverá arrepentida y no se

Comments

The readers' comments on the novel: La Guerra de una Madre Traicionada