Capítulo 252
Sabrina no apresuró la respuesta. Conocía bien a André y sabía que ya estaba considerando la propuesta con detenimiento. Él había desembolsado una suma de nueve cifras para comprar una casa para Araceli sin pestañear. Ahora, si con ese dinero podía liberar a Fabián y conseguir un tratamiento efectivo para la enfermedad de Araceli, ¿qué representaban realmente diez mil millones para alguien de su calibre?
El tiempo pareció detenerse hasta que la voz baja y fría del hombre rompió el pesado silencio que inundaba la habitación.
-Está bien.
Sabrina asintió con la cabeza, sin mostrar la menor sorpresa ante su respuesta.
-Entonces, por favor, redacta un nuevo acuerdo de divorcio.
André la miró intensamente, estudiando cada detalle de su expresión impasible.
-No pareces sorprendida de que aceptara. Además, antes de venir aquí, ya tenías todo preparado para este acuerdo.
Sabrina levantó la vista y esbozó una ligera sonrisa.
-Eres muy leal a Fabián y siempre estás del lado de Araceli. Con condiciones tan simples como estas, no hay razón para que no aceptes.
André no añadió nada más. Tomó su celular y llamó a Iván, quien aproximadamente media hora después entró con algunos documentos en la mano.
-Aquí están los documentos que pidió, revíselos por favor.
-Dáselos a ella -respondió André con expresión indiferente.
Iván le entregó los documentos a Sabrina. Eran dos: un acuerdo de divorcio y una carta de entendimiento. El contenido del acuerdo era simple y directo: Thiago quedaría bajo la custodia de la familia Carvalho, y André compensaría a Sabrina con los diez mil millones pactados. La carta de entendimiento también era concisa: Sabrina y las otras dos personas involucradas decidían no proceder con la acusación contra Fabián, habiendo alcanzado un acuerdo satisfactorio entre ambas partes.
Sabrina firmó ambos documentos con pulso firme.
-Te toca a ti -dijo, entregándole el acuerdo de divorcio a André.
Él la miró fijamente durante un momento antes de firmar también.
-Después de las vacaciones iremos al registro civil a finalizar los trámites, ¿tienes algún problema con eso? -preguntó Sabrina.
-Mmm–respondió él lacónicamente.
1620
Sabrina tomó la carta de entendimiento y la guardó.
-Me llevaré esta carta primero. Cuando terminemos los trámites, te la entregaré.
Los ojos de André se encendieron con un destello de indignación mal contenida.
-¿Qué pretendes con esto?
-Como sueles faltar a tu palabra y no cumples tus compromisos, me es difícil confiar. Guardaré la carta hasta que los trámites estén completos, entonces te la daré–explicó Sabrina con calma-. Fabián está bajo libertad provisional, entregar la carta unos días después no afectará en nada. No te preocupes, voy a cumplir lo que prometí.
El aire pareció congelarse instantáneamente, como si la temperatura hubiera descendido varios grados de golpe. Iván no pudo evitar limpiarse discretamente el sudor frío que perlaba su frente. En los círculos de negocios, André siempre había sido reconocido por su integridad y su impecable reputación. Pero cuando se trataba de su esposa… cada promesa parecía desvanecerse en el aire, incumplida una y otra vez.
El rostro de André adoptó una expresión gélida.
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