Capítulo 233
Sabrina se giró y vio entrar a tres personas conocidas en la clínica. No pasó mucho tiempo antes de que comprendiera por qué Hernán la había llamado repentinamente para ayudar, aunque no estaba demasiado sorprendida. Después de todo, Fabián y André se habían esforzado bastante por la enfermedad de Araceli, y llegar hasta donde estaba Hernán seguramente les había costado considerable trabajo y recursos.
Fabián, al verla, mostró una cara de asombro e incredulidad.
-¿Sabrina? ¿En serio estás tan desesperada por André que lo seguiste hasta acá? Te lo advierto, si interrumpes el tratamiento de Araceli, no te lo voy a perdonar.
Araceli intervino con voz suave:
-Fabián, no le hables así. Quizá la señorita Ibáñez solo quería ver a André y por eso vino a buscarlo.
Sabrina esbozó una ligera sonrisa.
-Yo llegué primero, ¿y dicen que los seguí? Más bien podría decir que ustedes me siguieron a
Fabián soltó una risa sarcástica.
-¿Tú, una simple ama de casa? ¿Qué podrías tener para que alguien te siga? Es obvio que estás molesta porque André no fue a tu cita y lo seguiste hasta acá. De verdad que por un hombre has perdido toda la dignidad.
Sabrina no pudo evitar reír.
–Sí, no tengo vergüenza porque mi orgullo lo arrojé al río cuando le dejé el camino libre a la que siempre anda tras un hombre casado. Si no fuera porque yo solté las riendas, esa mujer seguiría esperando en la puerta trasera como perro sin dueño.
Fabián no pudo ignorar el sarcasmo de Sabrina. Se enfureció, señalándola con el dedo, incapaz de encontrar las palabras adecuadas para responder. El insulto directo hizo que Araceli se sintiera visiblemente incómoda; su rostro reflejó disgusto inmediato mientras bajaba la mirada.
André frunció el ceño mientras observaba a Sabrina, sus labios finos se apretaron y su rostro apuesto se cubrió con una capa de frialdad. Era evidente que consideraba su presencia allí como un intento deliberado de causar problemas.
-Sabrina, sé por qué viniste a buscarme -dijo André con voz grave-. No pude ir a nuestra cita ese día, te lo voy a compensar.
Los ojos de Araceli brillaron momentáneamente con inquietud, pero Fabián no estaba dispuesto a aceptar esa explicación tan fácilmente.
-André, ¿no te das cuenta? Vino aquí solo para armar un escándalo.
1/2
15.00
Capitulo 233
Sabrina ya no podía soportar al lunático de Fabián y respondió con frialdad:
-Primero, no los seguí. Segundo, mi presencia aquí no tiene nada que ver con ustedes; vine a ver a Hernán, no a ustedes. Y por último…
Sabrina miró directamente a André, sin titubear al hablar con firme claridad.
-Tú prometiste claramente que iríamos a divorciarnos, André, y rompiste tu promesa.
Con esas palabras, el aire se volvió tenso de inmediato. La expresión de André se oscureció gradualmente mientras Fabián y Araceli miraban a Sabrina con una mezcla de sorpresa y desconcierto absoluto. ¿Divorcio? ¿Realmente iban a divorciarse aquel día?
Comments
The readers' comments on the novel: La Guerra de una Madre Traicionada