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La Guerra de una Madre Traicionada novel Chapter 621

Capítulo 621

Sabrina miró a André con cierta sorpresa.

-¿Tú también entiendes de esto?

André se encogió de hombros con una leve sonrisa.

-De joven, pasé varios años corriendo carreras.

Las carreras de carros siempre han sido la pasión más grande de los hombres, no hay discusión. Sabrina lo sabía bien: sus tres hermanos también eran aficionados a las carreras.

Recordaba haber visto, en el estudio de Martín, los trofeos y fotos de las competencias en las que él había sido campeón cuando era joven.

En la finca de la familia Ramos, el garaje de Martín parecía una exposición de carros, tantos que resultaba hasta exagerado.

Lo mismo ocurría con los garajes de Federico Ramos, Esteban Ramos y Félix Ramos: parecían museos de carros de lujo.

Si los comparaba, el garaje de Eva podía parecer más modesto, pero cada carro estaba equipado con lo mejor de lo mejor.

Los Ramos, sin duda, habían heredado la pasión de Martín por las carreras.

Sabrina, al principio, pensaba que ese mundo no era para ella, pero tras aprender un tiempo, no pudo evitar reconocer la fuerza de la genética.

Aun así, entre el violín y las carreras, su verdadero amor siempre sería el violín.

Ante la respuesta de André, Sabrina no insistió más.

Sin embargo, André, que por lo regular era parco, esta vez se animó a seguir la conversación.

-¿Tú también sabes de carros?

André, por supuesto, se refería a saber de carreras, no solo de modelos o marcas.

-Sé un poco -respondió Sabrina.

André recordó aquel día de lluvia, cuando el carro de Sabrina se apagó y ella revisó el motor. Al principio pensó que solo estaba fingiendo, que ni siquiera entendería lo que veía. Ahora, al observarla, comprendió que quizá la había subestimado.

Dirigió la mirada hacia Sabrina.

Afuera, la luz de los faroles parpadeaba y se colaba entre las ventanas. El perfil de Sabrina, tan elegante en la penumbra, le pareció extrañamente desconocido.

En ese instante, André sintió que no reconocía a la mujer a su lado.

Sabía hablar varios idiomas, tocaba el violín, sabía de carreras¿Qué otras cosas habría en

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Capitulo 621

ella que él ignoraba?

Sin saber por qué, André sintió una mezcla extraña de curiosidad y asombro, como si acabara de descubrir un tesoro escondido.

Volvió a preguntar:

-¿Por qué nunca me habías contado nada de esto?

La mano de Sabrina, que descansaba sobre el volante, se detuvo apenas un segundo.

Al cabo de un momento, su voz rompió el silencio dentro del carro.

-¿Acaso alguna vez me lo preguntaste?

André, de pronto, recordó los cinco años de matrimonio con Sabrina. Siempre estuvo tan ocupado con el trabajo, la comunicación entre ellos era casi nula.

Su voz sonó áspera, como si las palabras le costaran salir.

-¿Y por qué nunca lo mencionaste tú?

Sabrina soltó una risa apagada, como si la pregunta le resultara absurda.

-Con decirte que ni siquiera te importaba lo de Thiago¿De verdad crees que te habrías interesado por otras cosas?

La verdad, hablaba más por teléfono con su asistente Iván Silva que con André.

André guardó silencio unos segundos.

-Perdón.

Pero para Sabrina, su disculpa ya no significaba nada. No sentía ni la más mínima emoción. Aunque no llevaban mucho tiempo divorciados, le daba la impresión de que habían pasado siglos desde entonces.

Todas esas noches de insomnio, el dolor y la angustia, parecían recuerdos lejanos, casi ajenos. Ya casi ni recordaba cómo se sentía ese dolor en el pecho.

Sabrina no sabía si eso era olvidar el sufrimiento después de sanar la herida, pero lo cierto es que ella era de las que no olvidan fácilmente.

De pronto, Sabrina preguntó:

-¿Araceli no sabe nada de esto?

Rara vez se metía en asuntos de otros, pero en ese momento, no pudo evitar sentir un poco de malicia. No pensaba dejar que André y Araceli vivieran tan tranquilos.

-Araceli tiene problemas de salud -respondió André, sin dudar-. Casi no hace ejercicio fuerte. Sabrina levantó las cejas, con una media sonrisa.

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-¿Y desde que ustedes están juntos, siempre ha estado enferma?

-Sí, desde entonces se enfermaba muy seguido.

Sabrina se burló en silencio. Seguro que era otro pretexto para acercarse a André. Araceli nunca fallaba con ese tipo de trucos.

Antes, a Sabrina le molestaba escuchar cualquier cosa relacionada con Araceli. Pero ahora, que ya no sentía nada por André, le daba igual. Es más, prefería saber y estar alerta. Solo conociendo bien al enemigo se puede atacar de frente.

-Escuché a Araceli decir varias veces que ustedes se conocieron cuando ella practicaba violín en el jardín trasero, ¿es cierto? -preguntó Sabrina.-

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