Capítulo 495
El carro en la entrada era una lujosa limusina de negocios, deslumbrante y elegante.
Al abrir la puerta del carro, André, Araceli y Thiago ya estaban sentados en su interior.
Cuando Thiago vio a Fernanda y Luana, les saludó cortésmente.
-Abuelita, tía.
Fernanda respondió con un leve “hmm“, pero su mirada se posó en Araceli.
Hoy, Araceli llevaba un vestido elegante que resaltaba su figura esbelta y su aire suave y delicado.
Fernanda frunció ligeramente el ceño.
-En la celebración de Hernán, ¿por qué llevas a Araceli?
André respondió con calma.
-La invitación que recibí incluía a Araceli.
Fernanda mostró sorpresa.
-¿La invitaron? ¿Qué relación tiene la familia Castaño con ella?
Araceli intervino suavemente:
-Quizás
porque me convertí en discípula de Elwood, por eso me invitaron también.
Al escuchar esto, la expresión de Fernanda se suavizó un poco.
Había considerado la idea de aceptar a Araceli en la familia, pero solo si André intentaba reconciliarse con Sabrina.
Recientemente, André no había mencionado a Sabrina, lo que hizo pensar a Fernanda que finalmente había dejado de pensar en ella.
Entonces, su mente comenzó a considerar otras posibilidades.
Si André podía casarse con una joven de buena familia, ¿por qué elegir a Araceli?
Aunque Araceli era más destacada que Sabrina, también había jóvenes de buena familia, talentosas y con buenos antecedentes.
Quizás incluso alguna no se preocuparía de que André ya tuviera un hijo.
Esta fiesta era la oportunidad perfecta para conocer a esas jóvenes.
Eva y Estela eran un sueño inalcanzable, pero la familia Castaño tenía otras jóvenes solteras en edad de casarse que podrían ser una buena opción.
Si ninguna era adecuada, siempre podía considerar a Araceli.
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Capítulo 495
Araceli, ahora discípula de Elwood, era una mujer notable, aunque su origen no fuera el mejor.
Fernanda preguntó:
-¿Elwood irá también?
Araceli sonrió y asintió.
-Sí, mi maestro también asistirá.
Finalmente, Fernanda apartó la mirada y se dirigió a Thiago, quien había permanecido en
silencio.
-Thiago, ¿cómo van tus estudios? ¿Has dejado algo pendiente?
Thiago negó con la cabeza.
Fernanda notó la tristeza en Thiago y le preguntó:
-¿Qué pasa? ¿Estás triste, Thiago?
Ella había insistido en que André llevara a Thiago a la fiesta.
A los ancianos les encantan los niños, y Thiago, siendo encantador e inteligente, podría ganarse el cariño de Hernán y crear un vínculo con la familia Castaño.
Thiago levantó la vista y dijo en voz baja:
-Extraño a mamá.
Hacía tiempo que no la veía. Había notado que antes ella pasaba por el jardín de niños a recoger a otros niños, pero últimamente ni siquiera hacía eso.
No tenía idea de lo que su mamá estaba haciendo.
Quería llamarla, pero su orgullo se lo impedía.
Antes, cuando regresaba de la escuela, su mamá siempre estaba a su alrededor, cuidándolo.
Siempre le decía qué podía o no comer, que se abrigara cuando hacía frío, entre otras cosas.
En aquel entonces, pensaba que su mamá era demasiado insistente.
Pero ahora…
La casa le parecía terriblemente silenciosa, sin el menor rastro de hogar.
Fernanda, al oírle mencionar a Sabrina, soltó un bufido.
-Tú la extrañas, pero ella no necesariamente te extraña a ti. Si realmente te extrañara, ¿no habría venido a verte al menos una vez en todo este tiempo?
Ahora, está ocupada con el papá de ese tal Romeo. ¿Crees que tiene tiempo para pensar en ti?
En lugar de pensar en esa madre fría y desconsiderada, mejor sería que buscaras una nueva mamá…
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