Capítulo 453
Gabriel sonrió con una indiferencia calculada.
-Él quiere presionar a Sabrina para que ceda, pero ella es la madre de Thiago y nunca ha hecho nada que le falte al respeto. Si se atreve a usar tácticas empresariales en su contra, no solo yo, sino también Hernán, no nos quedaremos de brazos cruzados.
Ya había visto el asunto de Marcelo en las noticias, pero no le interesaba involucrarse. Si Sabrina estuviera en problemas, sin duda haría todo lo posible por ayudarla. Sin embargo, las personas a su alrededor… Bueno, no era tan altruista como para preocuparse por ellas.
Esta vez, había decidido intervenir porque lo que sucedía entre Marcelo y Daniela estaba relacionado con Sabrina. Al investigar, se encontró con una sorpresa inesperada. Gabriel pensó que esta historia se volvía cada vez más interesante.
-Si en un principio hubiera explicado la situación, Sabrina tal vez le habría creído un poco. Pero él siempre quiere todo, y al final, su astucia se volvió en su contra. Pagará caro por su
arrogancia.
En el hospital, André despertó rápidamente. A través de su visión borrosa, distinguió una figura delgada inclinada junto a su cama.
-Sabrina… -murmuró con voz baja.
Al escuchar su voz, la figura se enderezó de golpe, exclamando con alegría:
-¡André, despertaste!
André parpadeó sorprendido y, sin pensar, dijo:
-Araceli, ¿cómo es que estás aquí?
-Te lastimaste, así que, por supuesto, tenía que quedarme en el hospital contigo -respondió Araceli. Al ver que André miraba a su alrededor, buscando a alguien, comprendió de inmediato. Apretó los puños instintivamente, pero su voz seguía siendo tan suave como siempre.
-André, Sabrina se fue justo después de que terminara tu cirugía, ni siquiera entró a la habitación.
La expresión de André se ensombreció.
-¿Dijo algo?
Araceli observó el rostro de André.
-Solo dijo que no te haría nada, y se fue sin más. André, esta vez casi te mata, no podemos dejar que se salga con la suya.
André no respondió de inmediato. Su mente vagaba, llevándolo a recordar un momento muy
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Capitulo 453
lejano, la primera vez que enfermó de gravedad. En aquella ocasión, fue Sabrina quien lo cuidó. Había estado trabajando muchas horas, sin descanso y sin comer bien. El agotamiento y un resfriado lo llevaron a tener una fiebre alta. Sabrina se quedó a su lado, sin dormir ni descansar, cuidándolo durante toda una noche y un día.
Después de recuperarse, aunque insistía en volver a trabajar, Sabrina, generalmente paciente, perdió la paciencia con él por primera vez. Incluso le dijo a Paula:
-Paula, no creo que el funcionamiento básico de una empresa dependa tanto de que su líder descanse unos días. Si fuera así, estaría al borde del colapso. Si realmente te importa André, no deberías traerle trabajo en un momento como este.
André, que detestaba que alguien interviniera en su trabajo, no se enojó esa vez. Sorprendentemente, siguió su consejo y descansó varios días.
Después, cuando el médico le comentó a Sabrina sobre los problemas estomacales de André debido a su mala alimentación, ella comenzó a prepararle comidas medicinales cada día. No importaba qué tan tarde llegara, siempre había una luz encendida esperándolo…
Por alguna razón, todos esos detalles que antes había pasado por alto ahora inundaban su mente con claridad. Nunca se había arrepentido de ninguna de sus decisiones o acciones.
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