Capítulo 449
El ambiente se tensó al instante.
Hasta que Araceli no pudo contenerse más y soltó un grito desgarrador.
-¡Ah! ¡Lo mataron!
Fabián se estremeció y volvió en sí.
Instintivamente se dirigió hacia André, queriendo comprobar su estado.
Sin embargo, Araceli lo aferró con fuerza del brazo.
-Fabián, tengo miedo…
La apariencia de Sabrina en ese momento era realmente aterradora, como la de una asesina sin compasión.
Al ver la situación, Fabián se detuvo.
También le preocupaba que Sabrina pudiera perder la razón y atacar a Araceli.
André había sido sorprendido porque no estaba preparado.
Si hubiera estado alerta, no habría sido fácil para Sabrina atacarlo.
André miró el cuchillo clavado en su abdomen, y sus pupilas se contrajeron.
En sus ojos se reflejaba una mezcla de incredulidad y dolor. que muera?
–
…
¿Por qué? Sabrina, ¿quieres
Las largas pestañas de Sabrina temblaban suavemente como las alas de una mariposa.
Su rostro estaba pálido, casi translúcido, como un papel sin color.
La mano que sostenía el cuchillo temblaba ligeramente.
Después de todo, era la primera vez que hacía algo así.
Pero su mirada era firme, sin rastro de miedo.
-André, ¿no dijiste la última vez que me darías una oportunidad para vengarme? Ahora he usado esa oportunidad. No sé si estás dispuesto a cumplir tu palabra.
Los labios de André se curvaron ligeramente, y su voz sonó ronca.
-Sabrina, si me odias tanto, ¿por qué no apuñalaste directamente mi corazón?
-Así no me convertiría en una asesina -respondió Sabrina con una sonrisa carente de emoción-. Tranquilo, por mucho que te odie, no te mataré. Al fin y al cabo, matar tiene sus
consecuencias.
Quizás el ruido era demasiado fuerte, pues de repente alguien abrió la puerta de la oficina de golpe.
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Capitulo 449
Jorge entró apresuradamente.
Cuando vio lo que sucedía, su expresión cambió drásticamente.
-¡Sabrina! ¿Estás bien?
Fabián, al ver a Jorge, rápidamente exclamó:
-¡Jorge, rápido, controla a esa loca de Sabrina! ¡Apuñaló a André!
Jorge reaccionó al comentario, dándose cuenta de su error.
Había llegado más de cuarenta minutos antes de la hora acordada con Sabrina.
No esperaba que Sabrina ya estuviera allí.
Claramente, ella no quería que Jorge llegara tan temprano.
Jorge se acercó a Sabrina, listo para hablar, pero André lo interrumpió.
-Jorge, esto es entre Sabrina y yo. No te metas.
Jorge se detuvo, pero su mirada permaneció fija en André, con una cautela evidente, temiendo que André pudiera hacer algo.
Sabrina sabía que el éxito de su ataque se debía a que André no estaba preparado.
Intentar un segundo golpe sería prácticamente imposible.
Sabrina soltó el cuchillo lentamente.
André no hizo ningún movimiento de represalia.
Jorge exhaló un suspiro imperceptible…
André fue llevado rápidamente al hospital.
Por supuesto, Sabrina lo siguió.
Después de todo, el contrato aún no se había firmado.
Fabián, ya recuperado del shock, apuntó a Sabrina con el dedo y comenzó a gritarle insultos.
-Sabrina, ¿no siempre hablas de la ley? ¡Ya llamé a la policía! ¡Prepárate para ir a prisión, asesina!
Araceli también se recuperó de su miedo.
Miró a Sabrina con una frialdad y desprecio evidentes.
-¡Sabrina, André no te dejará salirte con la tuya!
Sabrina, al encontrar los ojos llenos de odio de Araceli, sonrió con confianza.
-No, te equivocas, André no me hará nada.
Araceli contuvo el aliento, su expresión incrédula.
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-¿Qué estás diciendo?
-Si no me crees, ¿por qué no apostamos?
Antes de que Araceli pudiera responder, Jorge intervino oportunamente.
-André sigue en cirugía. Hablemos cuando despierte.
Fabián fulminó a Sabrina con la mirada, emocionado por finalmente tener algo contra ella.
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