La Guerra de una Madre Traicionada novel Chapter 438

Capítulo 438

Sabrina dudó un momento antes de hablar:

-Mi mamá dice que si decides romper con Eva, ella regresará.

El rostro de Martín, que había estado sonriendo, se tornó serio.

-Ya estamos bastante grandes para que tu madre siga comportándose de manera tan

inmadura.

La madre de Sabrina, en efecto, le había dicho:

-Si tu papá y tus tres hermanos preguntan por qué no regreso, diles que solo volveré a ser la señora Ramos si ellos terminan con Eva.

Las palabras de Martín hicieron que el corazón de Sabrina se sintiera más pesado.

Antes de regresar a la familia Ramos, su madre le había contado todo con lujo de detalle. En este enredo, su madre era la mayor víctima. Y sin embargo, Martín la acusaba de ser inmadura.

Antes de que Sabrina pudiera decir algo más, su hermano Félix Ramos entró de repente a la habitación. La miró con frialdad y algo de hostilidad en sus ojos.

-Sabrina, realmente eres muy astuta. Para echar a Eva, incluso utilizas a nuestra propia madre.

Desde que Sabrina había vuelto, Félix no la había visto con buenos ojos. Sabrina tampoco quiso seguir fingiendo.

-¿Por qué no vas tú mismo a ver a mamá y lo confirmas? -respondió sin rodeos.

-¿Crees que no lo he intentado? ¡Mamá no quiere verme! -gritó Félix, lleno de ira-. Sabrina, ¿tú eres la que no deja que mamá nos vea, verdad?

-Si yo tuviera tanto poder sobre mamá, ¿no crees que ya la habría convencido de volver a casa? -le replicó Sabrina con frialdad.

Félix se quedó sin palabras.

Martín intervino para detener la discusión:

-Está bien, está bien. Si no quiere regresar, que así sea. En algún momento extrañará a Auri y volverá.

Martín había hablado, y tanto Sabrina como Félix guardaron silencio. Desde ese momento, apenas volvieron a dirigirse la palabra.

Tiempo después, se supo que Nicolás, el prometido de Eva desde la infancia, había regresado al enterarse de la situación. Aunque a veces la criticaba con sarcasmo, era más inteligente

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Capitulo 438

que Fabián.

Eva, un año mayor que Sabrina, quería entrar a una escuela de negocios y, al graduarse, trabajar en la empresa familiar. Tenía un gran talento para los negocios. Sin embargo, Martín insistía en que estudiara música.

Decían que Sabrina era quien había manipulado a Martín tras bambalinas. La llamaron intrigante, blanca flor de loto, acusándola de envidiar a Eva hasta la médula.

Al principio, tanto su padre como su hermano mayor no lo creyeron. Pero después de tanto tiempo, sucumbieron a la presión.

Nicolás, por su parte, urdió todo un espectáculo por Eva. Primero fingió romper con Eva, luego le pidió disculpas, alegando que la había malinterpretado. Después, la cuidó de manera excepcional. Pasó un año ganándose su confianza, hasta que finalmente montó una escena inolvidable…

-Sabrina, despierta…

Sabrina sintió un ligero movimiento en sus pestañas y abrió lentamente los ojos. Frente a ella estaba un rostro atractivo y desafiante.

-Gabriel…

-Parecía que tenías una pesadilla.

Gabriel le tocó la frente para asegurarse de que ya no tenía fiebre, y al comprobarlo, se tranquilizó. Le sirvió un vaso de agua.

Sabrina había sudado mucho y su garganta ardía como si estuviera en llamas, seca y molesta. Agradecida, tomó el vaso que Gabriel le ofreció.

-Gracias.

Al girar la cabeza, notó que el día ya había amanecido.

-Señor Castillo, ¿pasó toda la noche en el hospital?

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