Capítulo 472
En la fábrica de reparaciones en los suburbios.
Jay estaba llegando con un gran número de hombres.
"Espera...".
Justo cuando estaban a punto de llegar, de repente le pidió al conductor que se detuviera.
Sacó su teléfono y ordenó: "Ve a informarte de la situación actual de la fábrica".
Un hombre bajó del coche detrás de él.
No tardó en regresar y entregar su informe. "Jefe, hay gente dentro y fuera de la fábrica. Todos y cada uno de ellos están armados".
"¿Qué?", exclamó Jay, "¿Con armadura completa?".
"Sí, parece que son un ejército entrenado".
"M*erda...".
Frustrado, Jay golpeó el coche.
Su subordinado preguntó: "Jefe, ¿Qué hacemos?".
Jay respiró hondo, tratando de calmarse. Tras un momento de deliberación, dio una orden: "Mantengan la calma, pasen la orden para que todos se retiren".
"Entendido".
Jay miró la fábrica delante de él y se hundió en un profundo pensamiento.
Él no sabía que James realmente traería un ejército entero con él.
Se especializó en inteligencia. Tenía tantos contactos en Cansington, y, sin embargo, no recibió ninguna información sobre tanta gente ingresando a la ciudad.
Estos hombres deben haber venido de las Llanuras del Sur. Todos ellos eran soldados del Dragón Negro altamente entrenados y experimentados.
Sus hombres eran pandilleros y mercenarios. ¿Cómo podían estar a la altura del Ejército del Dragón Negro?
Después de pensarlo, decidió retirarse. Se dirigió a una residencia situada a unos kilómetros de distancia y entró en el patio trasero.
Caminó por un túnel subterráneo oculto en el patio.
La fábrica de reparaciones no era su única base.
"Jake...". Puso los ojos en el hombre que tenía delante y su tono cambió a uno serio y amenazador: "El gran Doctor Fallón... ¿Así que ahora trabajas solo?".
"James, estás bromeando, ¿verdad?". Una inquietante media sonrisa se formó en el rostro de Jake.
Era plenamente consciente del propósito de la visita de James, pero lo único que podía hacer era hacerse el tonto.
'Te daré dos opciones. Una, rendirte y trabajar para mí. Dos, morir".
James nunca tuvo intención de hablar pacíficamente con este hombre. Solo quería tomar el control de él a cualquier precio.
Si no podía hacerlo, mataría a Jake.
La ansiedad de Jake creció. No esperaba que James fuera tan directo sobre sus intenciones despiadadas.
Se quedó pensativo.
Odiaba la idea de ser el matón de alguien después de haber pasado la mitad de su vida trabajando para llegar a donde estaba.
Sin embargo, si se negaba, sabía que James lo mataría en el acto sin pensarlo dos veces.
James volvió a hablar: "Mi paciencia tiene un límite. Cuando te mate, me apoderaría fácilmente de esta red de inteligencia clandestina en la que tanto has trabajado. La única razón por la que te mantengo con vida es que creo que aún podrías serme útil".
Comments
The readers' comments on the novel: El General Todopoderoso de Dragón