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Destinada a los gemelos alfas novel Chapter 42

42

Clara miró, aun encima del cuerpo de tigre muerto con los ojos entrecerrados a su compañero como caía del lado inconsciente. Traqueó el cuello y abrió y cerró la boca que le dolía por el esfuerzo que acababa de hacer. La sangre empapaba su boca llenado sus papilas gustativas con un sabor asqueroso que casi le daba arcadas, su pelaje estaba manchado y chorreaba. -Ah, este cuerpo es muy débil – sentía la tensión en su cuerpo después de la densa actividad – Tendré que entrenarlo un poco más si quiero estar bien- jadeó notoriamente. Sus patas querían ceder y estaba cansada. 1

Se bajó del animal muerto y caminó en dirección a su lobo que no mostraba síntomas de despertar. Llevó su nariz a la enorme herida provocada por el tigre en el hombro. Eran tres largas líneas profundas y gruesas que se habían vuelto negra ante la espesa sangre del macho. -Ah, esto va a ser agotador -dijo ella lamiendo su hocico para después hacerlo con la herida.

***

Cuando Dixon sentía que algo no iba a estar bien era porque así era. Tenía un instinto muy desarrollado dado sus largos años de entrenamiento. Estaba sentado en la oficina revisando los archivos de la manada sin poder concentrarse del todo dado que su cabeza estaba en otro lado. Se preguntaba que estaba haciendo su loba con su hermano, si estaban bien en la caza, si no había ocurrido algo, porque esa incomodidad dentro de él no se desvanecía.. Will entraba y salía y no se atrevía a decirle nada debido a su rostro contorsionado en una mueca algo desagradable. Él era al que le hubiera gustado ir a cazar junto a su loba. Era muy bueno en ello e igual de ágil que alguien con experiencia, normalmente tenía que hacer eso para sobrevivir en su etapa de entrenamiento. De pronto sintió un aullido a lo lejos junto con un dolor cegador en su hombro que le hizo perder el aliento. Apretó la zona casi doblándose y se preocupó aun más. Acaso su loba estaba herida. La idea rondó su cabeza y se estremeció. Se levantó de golpe tirando la silla hacia atrás haciendo un gran estruendo. Sus ojos se volvieron sumamente dorados. Reconocía ese sonido aun si nunca lo había escuchado, era la voz de su loba. Con una velocidad alarmante, que incluso le dolió al torcerse los huesos sonoramente, se transformó y salió corriendo casi derribando a Will en el camino. No le importó nada, su loba estaba en peligro.

Dixon no recordaba nunca ante haber corrido de aquella forma tan rápido en todos sus años de vida, pero en su cabeza solo había una cosa, salvar a su loba. Los miembros de su manada lo vieron atravesarla convertido en un gran lobo negro y se preguntaban qué había pasado, mas él no tenía tiempo de sentarse a explicarles, cada segundo contaba, su mate podía morir ¿Qué demonios estaba haciendo su hermano? solo la había dejado ir porque sabía lo fuerte que era él, no podía negarlo, su fuerza rivalizaba con la de él, pero de ahí a que ella hubiera sido herida por no haberla protegido… se arrepentía de haberlo sacado de la celda.

Sabía que no debla confiar en cl.

Solo no se espero que la escena que se encontró una vez llegado al lugar, donde el olor de la saligre que sintió era denso, espeso y asqueroso, fuera encontrar a su hermano en el suelo con los ojos cerrados y la respiración pesada, y a su loba manchada de sangre y que se encontraba notablemente cansada recostada contra el cuerpo de este..

Cara la llamó alarmado ante la escena cuando llegó y esta alzó la cabeza al escucharlo

-Dixon – ella se levantó lentamente con las patas pesadas, no se había equivocado.

Había usado su saliva para cerrar la mayor cantidad de piel posible dado que el proceso podia ser muy lento por si solo y no le daría tiempo a Ethan a que la hemorragia se detuviera, lo que había llevado a que drenara todas sus energías y ahora se encontrara débil. Apenas podía mantener los ojos abiertos y su conciencia fuerte. Dentro de ella podía sentir a la otra Clara removerse, pero sin la intención de salir al menos a ver el estado de su mate que casi había estado a punto de morir. Cobarde.

El alfa rápidamente se acercó a ella y la inspeccionó por encima de su pelaje, apartando este con su morro sin encontrar heridas preocupantes. Su corazón martilleaba en su pecho por la preocupación, sin embargo, sintió alivio al notar que ella solo estaba cansada. Lamió la mejilla de ella y restregó su rostro sintiendo alivio, su mate estaba bien, herida pero bien. Su cuerpo entero se suavizó de la tensión que tenía, aunque no bajó la guardia.

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